Más Historias

martes, 22 de enero de 2013

Historia #4. Cuando dejas de creer.

Hace  unos días me encontraba entre Leganés y Madrid, y tuve una de esas conversaciones que sólo pueden pasar en coche a 90 kms/hr. Hablaba con una amiga sobre la fe, que según me contaba, la explicación literal es: regalo divino.

De ahí nació mi duda. Y qué pasa cuando pierdes ese regalo. No lo digo pensando en religión, ni en dios, ni en nada profundamente etéreo. Pienso en la creatividad y el trabajo. ¿Qué pasa cuando dejas de creer?  

¿Una persona creativa se puede permitir dejar de creer? Uno de los pilares de la creatividad es tener la capacidad de creer que lo imposible es posible y que no hay límites en la imaginación.

Para ello creo que se necesita adornar un poco la fe, con confianza y con mucho cariño por los demás, para olvidarnos que el “regalo divino” es nuestro y recordar que nuestra capacidad de creer también reside en los que nos rodean.

Crear y Creer al Final solo los separa una letra. Quiero creer que no es casualidad.


**Si no encuentras esa “fe” en ti, seguro que te la robó el que se sienta a lado. 

lunes, 21 de enero de 2013

Las invitaciones


Todos los que controlamos el arte de los vectores, solemos ser amablemente abducidos por los cumpleaños de nuestros amigos.

Hay dos caminos para ser captado. El primero es el de la autodeterminación, consiste en que tu amigo te describe su fiesta de cumpleaños como si fuera la última aparición de Paris Hilton en Ibiza y tu no resistes la tentación y formulas la frase “Yo te hago la invitación” y el segundo camino es el del honor, y suele comenzar con frases como “me encantaría que me diseñaras algo sencillo para mi cumpleaños”.

Yo me declaro una amante de las invitaciones de cumpleaños, porque siempre hago lo que se me da la gana (sin briefs, modificaciones, ni intrusismos).