Fotografía de Pedro R. Trujillo
La semana que le siguió a mi día de fiesta se podría describir como el sometimiento total ante mi cama. He estado enferma de gripa y confinada en mi nidito de amor. Eso no le quita mérito a lo divertida que fue la fiesta del sábado. Que estuvo buenísima.
Fuimos a un lugar con un nombre súper creativo: BAR DE COPAS. Ante esa originalidad y una fiesta sorpresa de alguien que no conocía, me tomé mis merecidos rones de fin de semana y bailé de to... no puedo quejarme.
Como siempre para mí lo más divertido fue caminar por la ciudad, nos encontramos un balón de futball, para darle un toque surrealista a la noche. Me encanta la sensación de perder el rumbo en Madrid a las tantas de la mañana y respirar el aire frio del diciembre (el mismo aire que me enfermó, PRICELESS).
Me que una semanita de clases y después a Galicia...