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viernes, 30 de noviembre de 2012

El león de la metro, metido en mi pisito del amor.


Con estos días de frío y de cansancio extremo en el curro lo último que me apetece es salir de casa. ¿Quién quiere estar en la calle pasando frío? Cuando se puede estar en el pisito del amor, tapado con una manta,viendo pelis moñas... Hasta que las tripas empiezan a crujir... Un pequeño ruidito, se convierte en un gran rugir de león de la Metro Golden Meyer... La cocina me parece como si estuviera detrás del Ikea (O sea un polígono lejano, traducción para Mexis) 
La solución a mi león interior. Resto-In y prometo que no me han pagado para decir nada, pero es que me conquistaron con sus cajitas de entrega tan, pero tan lindas. Comida deli, a la puerta de mi casa.
¡Así no hay león que se resista!

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